Es extremadamente normal que estando en una situación de estrés sostenido (nuestro cuerpo puede tolerar al máximo 3 meses), por ej. viviendo en una relación que no te hace bien, o donde has intentado soluciones y no te han traído resultados, es normal sentirse frustrad@ y deprimid@.
El problema es que estas emociones y sus correlatos neuroquímicos como son el cortisol y la adrenalina activan un ciclo, que si no es interrumpido, puede convertirse en un circulo vicioso. O sea, el estrés, y el malestar comienzan a tener correlatos físicos (problemas de sueño, gastrointestinales, etc), disminuyen la energía, y así aumenta el malestar, los pensamientos negativos y sensación de impotencia.
Si estás ahí, detente. La buena noticia es que tu cerebro es el mejor simulador del mundo. El efecto que los hechos tienen en tu cerebro NO TIENEN DIFERENCIA con el efecto que tienen tus pensamientos.
Tantisimos estudios han demostrado que nuestra vida mental afecta en modo comprobable nuestro cuerpo y nuestra vida, cambiando incluso nuestro material genético.
Es simple, cada dia combate esos pensamientos automáticos y depresivos con una declaración consciente, por ejemplo:
“estoy en un momento difícil. No es para siempre. Ahora me siento débil pero encontraré un modo para superar y aprender de esto. Lo lograré. Siempre lo logro. En algún modo encontraré un modo para estar mejor. Puedo. Me la puedo”
Prueba a practicar esto. Dilo mentalmente., dilo en voz alta, escríbelo.
Ve como te sientes
A estar bien también se aprende.
Un abrazo
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